Cambiar las clausulas de una concesión, no es imposible hoy en día. Ya que las modificaciones (vía adendas) son más frecuentes, sobre todo en las de infraestuctura que forma el Estado.

El especialista Guash, calcula que las modificaciones en concesiones, supera el 60% en el Perú, mientras que el viceministro de transporte dice que "tener un gran número de adendas no significa modificar el núcleo de las concesiones". Según los especialistas para este informe, el equilibrio económico-financiero, el respeto del factor de competencia y los plazos, son los elementos que no deberían variar en una concesión. Y en el caso que lo hagan, el riesgo se debe repartir entre el Estado y la empresa privada involucrada.

René Cornejo, catedrático y ex director ejecutivo de Pro Inversión, piensa que: "en la medida en que haya más experiencia, se van a ir reduciendo las adendas". Aunque se estima que en los próximos años vendrán mas adendos por la estrategia que se está utilizando, que es la siguiente, se ofrece más de lo que la rentabilidad de una concesión autosostenible soportaría, con la idea de poder recuperar luego mediante las adendas. Un ejemplo clarísimo de esto, es la concesión que se llevo a cabo para el aeropuerto Jorge Chavez a cargo de la empresa LAP.

Una de las tantas preocupaciones, es también el tiempo en el cual se modifica una concesión, de acuerdo al decreto supremo de ley, debería llevarse a cabo minimo en 3 años una modificacíon, lo cual no se cumple, ya que según las estadísticas éstas cambian en menos de 365 días. La recomendación que da Guash al Estado, es rehuir ala presión ejercida por las empresas.

La opinión que puedo dar, es que el Estado sea más cuidadoso y se deje influenciar menos de grandes empresas, estoy de acuerdo con el señor René Cornejo, su opinión es muy cierta, con el pasar del tiempo el margen de error en hacer una concesión deberia ser menor, a lo que llego es que se debe evitar estar modificando una y otra vez, los cálculos que se hacen, deben ser supervisados por una comisión y así evitar las adendas.